Este blog siempre ha sido de alegrías, pero la vida también tiene tristezas. Con esta publicación quiero cerrar y darle vuelta a la página, al menos en este espacio, de este capitulo tan triste en nuestras vidas.
Entre los objetivos de la misión de Aldo en este mundo, fue el de llenar de amor y alegrías a sus padres y con su ausencia tocar los corazones de quienes lo conocieron en persona o por referencia, llamándonos la atención para que valoremos la unidad y el amor en la familia, de la fragilidad y frugalidad de la vida, que nada ni nadie es para siempre y que nuestros hijos son prestados para que los cuidemos y amemos, que debemos estar preparados con las maletas listas para ese viaje inevitable que en algún momento todos sin excepción tendremos que hacer.
Entre los objetivos de la misión de Aldo en este mundo, fue el de llenar de amor y alegrías a sus padres y con su ausencia tocar los corazones de quienes lo conocieron en persona o por referencia, llamándonos la atención para que valoremos la unidad y el amor en la familia, de la fragilidad y frugalidad de la vida, que nada ni nadie es para siempre y que nuestros hijos son prestados para que los cuidemos y amemos, que debemos estar preparados con las maletas listas para ese viaje inevitable que en algún momento todos sin excepción tendremos que hacer.
Esta ofrenda tiene lo que más le gustaba a Aldo:
El quería ser músico y tocaba bastante bien. Su guitarra y su metrónomo.
Le encantaba esa playera y su sombrero de pana.
El viaje de su vida y que más había disfrutado, La Huasteca Potosina.
Su video juego favorito, su pan que le gustaba tanto, sus Hersheys y sus palomitas.
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